¿Qué es pequeño, misterioso, débil, en el proceso de perder masa, y puede bailar como loco? ¿Podría ser Marie Osmond? Bueno, esa podría ser la respuesta correcta en esta galaxia, pero justo en las afueras de la Vía Láctea hay pequeñas y misteriosas galaxias llamadas galaxias esferoidales enanas, y un nuevo estudio ofrece una explicación del origen de estos objetos desconcertantes. ¿Pero pueden realmente bailar? Sí, dice la autora principal Elena D'Onghia del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica.
Estas galaxias esferoidales enanas son pequeñas y muy débiles, y contienen pocas estrellas en relación con su masa total. Parecen estar hechos principalmente de materia oscura, una sustancia misteriosa detectable solo por su influencia gravitacional, que supera la materia normal en un factor de cinco a uno en el universo en su conjunto.
Los astrónomos han encontrado difícil explicar el origen de las galaxias esferoidales enanas. Las teorías anteriores requieren que los esferoidales enanos orbiten cerca de grandes galaxias como la Vía Láctea, pero esto no explica cómo se podrían haber formado los enanos que se han observado en las afueras del "Grupo Local" de galaxias.
"Estos sistemas son" elfos "del universo primitivo, y comprender cómo se formaron es un objetivo principal de la cosmología moderna", dijo D'Onghia.
D'Onghia y sus colegas utilizaron simulaciones por computadora para examinar dos escenarios para la formación de esferoidales enanos: 1) un encuentro entre dos galaxias enanas alejadas de gigantes como la Vía Láctea, con el enano esferoidal posteriormente acumulado en la Vía Láctea, y 2) Un encuentro entre una galaxia enana y la Vía Láctea en formación en el universo primitivo.
El equipo descubrió que los encuentros galácticos excitan un proceso gravitacional que denominan "despojo resonante", lo que lleva a la eliminación de estrellas del enano más pequeño en el transcurso de la interacción y la transforma en un esferoide enano.
"Como en una danza cósmica, el encuentro desencadena una resonancia gravitacional que elimina las estrellas y el gas de la galaxia enana, produciendo largas colas visibles y puentes de estrellas", explicó D’Onghia.
"Este mecanismo explica la característica más importante de los esferoidales enanos, que es que están dominados por la materia oscura", agregó la coautora Gurtina Besla.
Las largas corrientes de estrellas arrancadas por interacciones gravitacionales deberían ser detectables. Por ejemplo, el puente de estrellas recientemente descubierto entre Leo IV y Leo V, dos galaxias esferoidales enanas cercanas, puede haber sido el resultado de una extracción resonante.
Fuente: Harvard Smithsonian CfA